La agresión contra Siria es parte de un plan de guerra total, que buscan los sionistas con la ayuda de los imperialistas, afirma el analista internacional Juan Alberto Sánchez Marín, director de dXmedio, en una entrevista concedida al periodista Osvaldo Canales, del canal internacional iraní HispanTV.
Confabulación contra el mundo multipolar
OSVALDO CANALES: Resurgimiento de elementos terroristas en el norte de Siria. Estamos hablando de Alepo. El Gobierno de Al Asad ha señalado que se ha coordinado con funcionarios militares para garantizar la seguridad de los ciudadanos…
Pero, ¿cómo definirías la situación actual? Porque, claramente, Siria hoy en día cuenta con más experiencia tras haber erradicado en su momento
a los rebeldes, ¿no?
JUAN ALBERTO SÁNCHEZ MARÍN: Sobre la situación actual, los medios occidentales, atendiendo las directrices de sus centros de poder, nos ofrecen una visión confusa, más bien desalentadora, acerca del estado de las cosas en Siria.
Puede que ahora mismo haya algunas dudas con respecto a ciertos detalles de lo que ocurre, a los avances y retrocesos de los grupos terroristas. Pero, en donde no hay confusión, sino, por el contrario, mucha claridad, es sobre quiénes actúan tras bambalinas ni con qué clase de intenciones lo hacen.
Aquí, de lo que se trata es de un juego a 2 y 3 bandas con el fin de alentar las divisiones, los odios, el caos, en Asia Occidental. Una región donde los imperialistas y los sionistas tienen claro que esa es una estrategia cuyos efectos que se pueden propagar en su beneficio.
La agresión contra Siria no podemos verla desvinculada de lo que viene ocurriendo en el Líbano, o en Palestina, o contra Yemen, o contra Irak, Irán, en fin.
Puede que la fragmentación de determinados territorios de la región sea el objetivo, pero la estrategia no es algo fraccionado. Es un plan integral y de guerra total.
Es lo que buscan Netanyahu y la banda sionista, y es lo que viene auspiciando la élite estadounidense. En el pandemonio, en los incendios, en la conflagración, es donde estos señores de la muerte obtienen los mayores logros.
Israel no pudo dominar a Hezbolá en el sur; una avanzada por el norte, a través de Siria, aprisionaría al grupo de resistencia en las fronteras del Líbano, cosa que en la actualidad no sucede.
Ahogar al Líbano, como ahora ahoga a Gaza; crear aún más devastación y ocupar más territorios, y cercar a Hezbolá, como ahora cerca a Hamás, ese es el propósito. Ese sería el estado de cosas ideal para Israel.
Eso, desde luego, de una parte. Y, de paso, someter a Siria, cuyo molesto Gobierno está en el camino y obstaculiza tantos de los avariciosos proyectos imperialistas y sionistas.
Esto es una confabulación y una traición en la que, sin duda alguna, participa Turquía, el poco fiable señor Erdogán.
En estos momentos, a Israel solo lo mueven tres cosas: el apetito de poder y de conquista de Netanyahu y su clan de aventureros, los dólares y las armas de EE. UU., y, ligado a esto, la industria de la guerra. La IMI (Industria Militar), Israel Aerospace, Rafael Advanced, Elbit Systems, Aeronautics Defense.
Así que aquí no solamente va a ser definitiva la experiencia adquirida por Siria a lo largo de las agresiones en su contra, sino la experiencia que tiene la propia región, los aliados fundamentales y ciertos, como son Rusia e Irán. La defensa de Siria no es algo electivo, ni para Rusia ni para Irán, ni para el Eje de la Resistencia.
Esta agresión es contra Siria, y también lo es en contra del mundo multipolar, de los países que nombré, y de China y de los proyectos alternos en desarrollo, sean económicos, comerciales, o, sencillamente, culturales.
Proyectos que, apenas por el hecho de no estar sometidos a los preceptos de Israel y Washington, ya son de confrontación, o así son vistos por estos círculos de poder occidentales.
La agresión contra Siria, plan de EE. UU. e Israel
OC: Como tú señalas, Irán ya ha responsabilizado a Washington de este repunte de los terroristas en Siria, debido al apoyo de Damasco a la causa palestina y a la resistencia regional en general.
¿Por qué EE. UU. y el régimen israelí buscan desestabilizar a este país árabe, justo después del alto al fuego en el Líbano tras la fallida operación sionista contra Hezbolá? Para ampliar un poco más el punto de vista que venías desarrollando…
JASM: Siria lleva más de 13 años enfrentando al terrorismo, a los grupos terroristas, que en realidad son subsidiarios de los dirigentes terroristas reales de países interesados en desmembrar al Estado sirio.
Eso desmembración no ha ocurrido gracias a unos apoyos estratégicos, militares, bélicos, de lucha en el terreno, donde tenemos que mencionar a Rusia y a Irán.
Por eso, también, estos países son una contraparte a la que detestan tanto tales poderes. Porque, precisamente, se les oponen y constituyen un obstáculo muy relevante.
Un apoyo que no ha sido, solamente, de carácter diplomático, sino muy específico, de combate en contra de esa larga serie de grupos terroristas, creados y alimentados desde países como EE. UU. , en primera instancia, pero donde participan muchos otros, como Reino Unido, Israel, Arabia Saudí, Turquía, etc.
Ahora bien, el interés en la destrucción de Siria es muy claro desde el momento mismo en que fueron a por el país: su importancia geoestratégica.
Siria es la puerta más próxima en el Mediterráneo, que da acceso a Asia, y también es la superficie ideal para la construcción de las nuevas rutas energéticas, petroleras, y, sobre todo, gasístico.
Pero, además, como lo comenté antes, ahora existen nuevos elementos, que hacen aún más prioritario para estos países, ambiciosos y expansionistas, la toma de territorios y el control de Siria.
Elementos que tienen que ver con el cerco a Hezbolá, el afianzamiento de una entidad sionista debilitada desde las bases, y la continuación de la conquista territorial, en la perspectiva desquiciada de la creación del Gran Israel.
En contraste, hay muchos apoyos, así sea de labios para afuera, que son importantes. Pero los apoyos brindados por países como Rusia e Irán, fundamentalmente, son los que no han permitido que Siria se haya fragmentado. Si no, sería otra cosa. Y el mundo sería otro.
De ahí la vitalidad y la relevancia de Siria, desde muchos aspectos. Y en el combate de todos estos engendros terroristas, con los nombres que les pongan.
Estos grupos son creaciones de Israel y de EE. UU., los que mueven los hilos detrás, y son avanzadas de sus intereses. Alentados, claro está, por diferentes motivaciones. Caramelos que les ponen, y que involucran falsas convicciones, tergiversaciones de todo tipo, y estímulos económicos.
Les insuflan dinero, miles de millones de dólares, que llegan desde EE. UU. hacia estas agrupaciones, para la organización de movimientos internos. Los llaman “rebeldes”, pero que no son sino terroristas, grupos totalmente extremistas.
Siria es un gran riesgo, un desafío muy grande, como lo viene siendo el de Palestina, la guerra contra Hamás, y la guerra contra el Líbano, contra Hezbolá. Como lo vienen siendo las agresiones contra Yemen, contra Irak, contra Irán, por supuesto.
Es un mundo complejo, difícil, que se enfrenta con fuerza y vehemencia. La derrota reciente de Israel en el Líbano creo que es una muestra importantísima.
Una derrota que se trata de menospreciar desde los medios occidentales, pero que se sabe cuánto le ha dolido a la entidad sionista tener que hacer lo que hizo. Y es volver a tener que salir del Líbano, al igual que en 2006, con el rabo entre las patas, como, popularmente, se dice.
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