Arce debe recomponer lo destruido por Áñez en Bolivia, que no es poco. Tampoco será tan fácil ni rápido. Los daños ocasionados por la administración golpista a la institucionalidad y a las finanzas del país fueron fueron profundos, según opina el analista Juan Alberto Sánchez Marín.
Arce debe recomponer lo destruido
En entrevista concedida a la cadena HispanTV, Sánchez Marín opinó que el nuevo Gobierno de Bolivia tiene por delante un gran desafío.
El de recomponer todos los desarrollos en los ámbitos sociales y económicos, que se habían obtenido durante los catorce años de Gobierno de Morales.
La abrupta llegada del ejecutivo de facto de la autoproclamada presidenta Jeanine Áñez truncó de golpe los avances alcanzados.
“Ha sido grande lo que ha perdido Bolivia en este último año. De la misma manera que en los últimos catorce años había alcanzado consecuciones impensables antes».
Rescatar la dignidad del pueblo boliviano
«Y durante este año han sido grandes los retrocesos. A partir de allí, son considerables los desafíos que tiene ahora por delante el pueblo y el Gobierno bolivianos”, declaró Sánchez Marín.
Lo fundamental para el pueblo boliviano, precisó el experto, es preservar este triunfo electoral. «Hay que partir desde este punto para recobrar el proceso de cambio iniciado por Morales.
Proceso truncado por el golpe de Estado de los sectores reaccionarios. Sánchez Marín resaltó que hay que rescatar la dignidad del pueblo boliviano. Y el mejor modo es recuperar las consecuciones sociales echadas abajo y cortadas de tajo por el gobierno de facto. En otros términos: Arce debe recomponer lo destruido por Áñez.
Trump apoyó el golpe y la dictadura
El analista político Carlos Aznárez, el segundo exponente en el espacio televisivo, coincidió en varios aspectos. “El pueblo boliviano, con este voto masivo, ha pateado un tablero. El tablero de esta dictadura, que quería convertir a Bolivia, en poco tiempo, en una colonia norteamericana».
«Por eso, llama la atención este reconocimiento rápido de Estados Unidos tratando de acomodarse y felicitando a quienes quiere destruir”.
A su entender, la dictadura boliviana operó con facilidad en este último año por el apoyo de la Administración estadounidense, presidida por Donald Trump. Y de los grupos regionales cómplices de Washington.
Agregó el señor Aznárez que el nuevo Ejecutivo boliviano tiene por delante un gran desafío: recomponer la economía del país, que está destruida. Y no solo por los efectos de la pandemia del nuevo coronavirus.
Bolivia firmó nuevos acuerdos de dependencia con Estados Unidos. Prácticamente, se vino abajo lo construido por el país durante la presidencia de Evo morales.
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